07 enero 2004

Relación entre el 'Spirit', Hernán Cortés y un niño Somalí.

La nave Spirit nos envía imágenes de Marte a alta resolución y todo color. La verdad es que si no fuera por el color del cielo perfectamente podría pensar que se tratan de imágenes de algún desierto de nuestro planeta.

Nunca he descartado la posibilidad de que existiese vida extraterrestre. Si no fuera así ¡cuánto espacio desaprovechado! Y a veces imagino dicha vida como una amenaza, tal vez por haber visto demasiadas películas (“Invasión de los mundos”, “Alien”, “The thing”, “StartSheep Troopers”…) Y a pesar de que siempre ganamos los terráqueos, me siento, y supongo que otros muchos también, perfectamente vulnerable. Me encantaría que existiese una civilización extraterrestre, pero que fueran respetuosos y vinieran con buenas intenciones y espíritu cooperador, como en “Encuentros en la tercera fase”.

Ahora que hemos llegado nosotros a Marte; me pregunto si encontraremos allí una civilización muy superior con la que desearíamos cooperar y tener buenas relaciones (¿por interés?), o si por el contrario encontraremos unos seres diminutos, como ratoncillos, iguanas, simios o seres así, ante los cuales seamos tecnológica e intelectualmente superiores. En este último caso ¿cómo nos comportaríamos ante ellos? ¿Con el mismo espíritu de paz, cooperación y “buen rollo” o “buena onda” que nos gustaría que tuvieran los que nos invaden a nosotros? ¿O adoptaremos el papel de especie colonizadora a lo “Alien” (a lo Hernán Cortés)?. ¿Nos sentiremos “dueños” de lo que allá exista? ¿A cuanto estará el metro cuadrado marciano?

Y yendo un poco más allá, me vengo más acá, y pongo los pies en la tierra (nunca mejor dicho). Tal y como estamos tratando a nuestro ecosistema, tal y como nos tratamos entre nosotros mismos, deberíamos empezar a cambiar y tratarnos con el mismo buen rollo con el que desearíamos que nos tratase alguien superior, que sabemos nos puede fulminar en cualquier momento. Un niño español es igual que otro de Somalia. ¡Ah! Claro... es que el somalí no nos puede desintegrar con sus rayos láser. Aunque si pudiera, no creo que lo hiciera. No creo que cayese tan bajo como nosotros con él.

No hay comentarios: