- Pacífica y conciliadora: sin violencia, ni venganzas, ni ojo por ojo, ni inmolaciones, ni torturas o asesinatos en su nombre, ni hacia personas ni hacia culturas, ciencia o patrimonio.
- Austera: sin dinero, ni edificios, ni iglesias, ni símbolos, ni monumentos, ni imágenes, ni estatuas, ni adornos baratos o millonarios. Todo ese gasto no debería estar justificado habiendo una sola persona en el mundo que pase necesidad.
- Silenciosa: sin ritos, ni procesiones, ni manifestaciones masivas, ni celebraciones, ni santos, ni mártires, ni héroes, ni premios, ni reconocimientos. La procesión va por dentro, las "medallitas" por lo bien que lo hemos hecho, se las pone cada uno en su intimidad.
- Igualitaria y sin dictaduras: sin instituciones, ni jerarquías, ni mandamientos, ni normas, ni leyes, ni imposiciones, ni dioses, ni arriba o abajo.Todos por igual, hombres y mujeres, sin exclusiones, o actividades sólo propias de uno u otro sexo.
- Libre: sin manipulaciones, ni miedos, ni amenazas, ni fin del mundo, ni castigos.
- Realista: sin dioses, ni demonios, ni infiernos, ni paraísos, ni milagros, ni magia, ni reencarnaciones, si superpoderes, ni sanadores, ni vidas más allá, ni nirvanas, ni perfección, ni bienaventurados...
- Entregada: sin clausuras, ni encierros en uno mismo, ni meditaciones eternas.
- Sin un dios invisible a quien adorar, sino muchos palpables a quien amar: nuestros vecinos, familiares, compañeros e incluso desconocidos.
- Sin excepciones: donde el único mensaje sea amar a los demás como a ti mismo.
- Donde la única donación sea la que le das al necesitado.
- Donde el único premio, sea tu bienestar, a través del bienestar de los demás.
¿Existe alguna así? A lo mejor no estamos preparados, y estamos mucho más cerca del mono de lo que nos pensamos. A lo mejor aun deben pasar miles de años...