12 noviembre 2003

Toda una vida tachando...

[ella dice]: Hola!

[él dice]: Hola cielo. ¿Qué tal?

[ella dice]: Bien, acabo de llegar a casa. ¿Tu qué tal? ¿Qué haces? Me alegra verte por aquí. Hacía tiempo que no te veía conectado.

[él dice]: Pues si a ti te alegra y a mi me has devuelto la luz. Pues aquí sigo aun liadillo; se acumula el trabajo que da gusto!

[ella dice]: Ah! Bueno no deseo interrumpir :/

[él dice]: ¿Interrumpir? Besaría cada pixel de las letras que escribes. Para nada! tu nunca interrumpes!

[ella dice]: Gracias! Me gusta hablar contigo :)

[él dice]: Y a mi me gustas tu... A mi tambien me gusta hablar contigo :) jeje

[ella dice]: Aunque estaré poco tiempo porque estoy muy cansada...

[él dice]: Un segundo tuyo basta para llenar toda mi vida. Okis, no pasa nada, lo bueno si es breve dos veces bueno!

[ella dice]: Jajaja


Este post habla sobre eso que nunca nos atrevemos a decir, sobre esa puerta que nunca nos atrevemos a abrir, sobre esa vida que se nos pasa sin vivir... ¿A quién engañamos realmente? Cada vez que tachamos algo, perdemos una oportunidad de sentirnos vivos. Mañana no pienso tachar nada.

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