18 noviembre 2003

Con todo mi cariño 2

Cuando alguien se siente muy atraído por otra persona, es susceptible de sufrir una especie de autoengaño, que le conduce a creer cosas que nunca ocurrirán, y en el peor de los casos, a la negación de su propia identidad y/o dignidad, en su lucha por conseguir atraer a dicha persona. Lo que sea por forzar las coincidencias y hacer más – falsamente - evidente la compatibilidad.

Frases típicas de autoengaño pueden ser: “seguro que cambia”, “esto me lo ha dicho porque siente algo por mi”, o peor aun: “seguro que le hago cambiar” … Y frases típicas de negación de la identidad y pérdida de la dignidad: “a mi también me encantan los mejillones en salsa roquefort con garbanzos y keptchup”, “no me importa haberte estado esperando 2 horas en aquella fría plaza, a las 2 de la madrugada, hasta que me fui al ver que no venías. De veras.”

Pero cuidado...

El peor peligro lo puedes encontrar si te enamoras de alguien sin principios, el/la cual hábilmente se percata de ello y no duda en aprovecharse de la situación, con premeditación y alevosía. Manejando a las personas con los hilos del amor para conseguir sus propósitos y luego… ciao pescao! Cuidado si algún día te escuchas decir: “no pasa nada, no me molesta pasarte todos los apuntes de la carrera a ordenador”….

A esos. A ese tipo de personas, serpientes, que se aprovechan de la inocente ceguera del amor, también quiero desde aquí enviarles, educada y ordenadamente, a tomar por el culo. Vosotros también sois… lo puto peor.

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