22 mayo 2006

Palabras de León Tolstoï sobre la revolución

"No hay peor sordo que el que no quiere oir. Los revolucionarios dicen que su actividad tiene por objeto la destrucción del tiránico estado actual de las cosas que oprime y deprava a los hombres. Pero, para aniquilarle hay que contar de antemano con los medios; tener cuando menos una probabilidad de que ha de lograrse dicha destrucción, y no hay el menor riesgo de que esto pueda suceder. Los gobiernos existen; desde hace mucho tiempo conocen a sus enemigos y los peligros que les amenazan, y por esta razón toman las medidas que hacen imposible la destrucción del estado de cosas por medio del cual se mantienen. Y los motivos y los medios que para esto tienen los gobiernos son los más fuertes que pueden existir: el instinto de conservación y el ejército disciplinado. [...]"

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Y es que como muy bien dice el anuncio de Renault Laguna, "a todos nos gusta vivir bien".

4 comentarios:

Ninguno dijo...

También dice Tolstoi: "Yo creo que una joven bien vestida que tiene sobre sus rodillas unos andrajos sucios y malolientes representa un papel teatral que carece de sinceridad". A mi parecer, la Revolución comunista convirtió a Rusia en esa joven bien vestida (Nomenklatura) con andrajos por sus calles...
Saludos.
M.

Unknown dijo...

Es que ya sabes que del dicho al hecho hay un gran trecho. Mi parte realista, hace que me deprima cuando pienso en el ser humano, y creo que salvo algunas excepciones, somos gilipollas y tenemos lo que nos merecemos: mucha teoría y pocas nueces. Un día alguien planta una flor, otro día alguien la pisa. Que despacito crece así el jardín.

Al menos, tras miles de años, hemos logrado superar la barbarie y el absolutismo, o eso nos pensamos. ¿Algún día podremos disfrutar de la anarquía basada en el amor al prójimo?

Aun conservamos mucho más de instinto animal que de instinto social. ¿De quién es la culpa? De la pescadilla por mordese la cola. Aunque mi parte idealista conserva la esperanza.

Unknown dijo...

Por cierto, mira la Iglesia cómo nació, y en lo que se ha convertido.

Ninguno dijo...

Bueno, del viejo Spinoza aprendimos que no valen ni miedo ni esperanza. La verdad, yo no espero disfrutar de la anarquía basada en el amor al prójimo. Si bien dices bien con la flor pisada. Las utopías son regresivas. Sólo nos devolverían un pasado que ya ha sido posteriormente depositado en las suelas de zapatos.
Y, la Iglesia...como tantas otras cosas. Al menos, sigue siendo mayoritaria. Mira el comunismo, en lo que nació y en lo que se ha convertido...Y el sindicalismo, los tomates (con esa piel plástica), la televisión, el porrro que aconsejaba Tierno Galván, Eurovisión, la ONU, y los Backstreet Boys...¡lo que eran! Y en lo que se han convertido...
Sigamos soñando.
M.