27 octubre 2003

Concierto neonazi

Como las cosas sigan así, habrá que empezar a plantearse emigrar a otro país. A veces me cuestiono si merece la pena luchar para que algo cambie en éste.

Creo que es debido a una especie de ceguera (como la de los diabéticos), fruto de tomar tanto azucarillo (cultura del bienestar). Si a mí me va bien, al mundo que le den. Qué vergüenza. Este tipo de reflexión debería estar contemplada de alguna manera en el amplio abanico de enfermedades psicológicas: falta de consciencia global, o autismo social...

El problema de la inmigración

Desde mi humilde punto de vista, la inmigración y otros muchos problemas sociales, más bien no son problemas sino consecuencias. Síntomas de un sistema enfermo.

Se podrán realizar unas acciones u otras, mejores o peores, para solventar en la medida de lo posible dichas consecuencias. Y aquí es donde el candidatito del PP'ito y el del PSOE'ito de turno, junto con la gran retaila de partiditos, se pelean. Si, muy divertido... Pero realmente lo que hacemos con eso, es el mismo gesto que al tomarnos una aspirina cuando nos duele la cabeza. Un parche hoy para que mañana vuelva a aparecer.

Tal vez no se quiera o no interese afrontar el problema de raiz. Creo que habría que curar, no tanto el dolor de cabeza, y si más la forma de actuar de este sangriento, opresor y alientante sistema neoliberal capitalista, que nos hace ver a nuestro hermano como un competidor más, y olvidar que el sol sale para todos igual, volviendonos cada vez más individualistas, por cuestiones de supervivencia.

Y esto es una pescadilla que se muerde la cola. Ante tal tensión, apenas queda tiempo para la reflexión. Espabila chabal o te quita la casa el banco. Y a ver quien es el guapo que rechista. Cosa que por otra parte, al sistema le viene de perlas. Que no pensemos mucho... Telenovelas, fútbol, toros y Furor. Y un sutil, o no tan sutil, estúpido velo subjetivo - Polanco - en los informativos de las 3. Para que nos echemos la siesta la mar de contentitos: Yo voy bien, España va bien, el mundo va bien.

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18 octubre 2003

Libertad, igualdad, fraternidad

Libertad: Estado o condición del que es libre, del que no está sujeto a un poder extraño o a una autoridad arbitraria o no está constreñido por una obligación, deber, disciplina, etc. Emancipación. Indepencia.

Igualdad: Condición de ser una cosa igual que otra; Situación en que los individuos tienen los mismos derechos y opciones, no teóricamente, sino de hecho, y en que no se atiende a las diferencias sociales.

Fraternidad: Unión y amor entre hermanos o entre los que se tratan como tales.

Pronunciar estas tres palabras produce en mi paladar una agradable sensación, como la que se siente al degustar un exquisito postre.

Gritar estas tres palabras produce en mi corazón una agradable sensación, similar al destapar una olla a presión. Un grito de esperanza, un puntito de luz.

Pronunciarlas ya me sabe a poco, y hoy necesito gritarlas. ¿Mañana?